top of page

Problemas de raíz

 

Me gustaría examinar la interacción naturaleza-sociedad, metaforizándola por medio de un juego fantasioso de pensar por un momento en la primera como mujer, implicada en una situación amorosa con la correspondiente, es decir el hombre, analizándolo desde un punto de vista  “psiquiátrico” y cotidiano para así dar a entender de manera más sencilla los argumentos a continuación.

En consecuencia con esto, tendríamos que entender como ha venido siendo su “relación sentimental” hasta la actualidad (contemporaneidad) para así descifrar el “problema de raíz”.

El hombre como ya sabemos, le ha dado un mala abstracción e interpretación a la naturaleza desde siempre; invadiéndola, saturándola, transformándola, sometiéndola y finalmente apoderándose en lo absoluto de ella. La cuestión fue que “no quiso hacer caso” de las repentinas y esporádicas advertencias que ésta le formulaba, convirtiéndose finalmente en una bomba de tiempo… y al igual que una mujer cansada que su marido le lastimara; se revela, reacciona de forma violenta, imponiéndose frente a él finalmente para no sólo dejar ver su belleza, sino para plasmar su solemne significado. ”El gran valor de lo imprevisible es que nos sorprende realmente y la capacidad de sorpresa es algo extremadamente valioso: nos mantiene vivos”[1]. Allí el hombre reconoce el daño causado, buscando reparar los desgastes por medio de algunos actos que no han conseguido mejorar la relación ya que no logran convencer por completo a su compañera.

“No hay escapatoria de la naturaleza a través de la representación abstracta; la abstracción no aproxima a nadie a las estructuras físicas dentro de la naturaleza misma. Pero esto no significa una confianza renovada en la naturaleza, sencillamente significa que la abstracción no es causa de fe. La abstracción sólo puede ser válida si acepta la dialéctica de la naturaleza”[2].

Luego de conocer todos estos antecedentes, el “psiquiatra” podría reconocer que el verdadero problema del hombre consiste en su gran egoísmo, tanto así que prefirió dañar lo que lo hace ser para “hacer” en él y luego mostrar completa ingratitud.

Regresando al juego para hacer de esta idea algo un poco más “cómico”, lo que tiene este hombre de erróneo es dañar a una mujer, sabiendo aun  cuanto la amaba y la necesitaba, para pisotearla y saciar su ego_egoismo, mostrando hacia ella un mínimo de respeto pasando por el descuido de no “recordar” quien es y ha sido siempre.

Si pensamos que el “problema de raíz” es el egoísmo del hombre, tendríamos que suponer que de allí parten otras falencias que atacan de igual manera el problema, ya sea la ignorancia, la falta de cultura y educación y la insensibilización humana.

Desde un punto de vista “moralista” y “existencial” a su vez, problemas a diagnosticar hoy en día como ignorancia u sensibilización son difíciles de tratar, ya que el mundo viene con un ritmo y una manera de actuar y pensar casi imposibles de corregir por lo menos en su gran mayoría, y si las interacciones y correlaciones humanas son cada día más imprevisibles y llenas de un sinnúmero de contrariedades habría que ver como por lo menos con lo que a esta mujer en especial respecta, se pueda llegar a una hipotética solución a los problemas con su “compañero”. (El psiquiatra le diría al paciente al concluir que no se preocupara tanto… que casi todos sus pacientes por no decir que todos sufren trastornos similares).

“La forma en que el granjero, el minero o el artista tratan la tierra está en función del tipo de conciencia que tienen de sí mismos y de la naturaleza; al fin y al cabo, el sexo no se reduce a una serie de violaciones. El granjero o el ingeniero que corta la tierra puede o bien cultivarla o bien devastarla. La representación de la naturaleza que en su momento hicieron la poesía lírica y la pintura de paisajes no es lo mismo que el cultivo directo de la tierra. Si los mineros estuvieran menos alineados de la naturaleza en sí mismos y libres de agresión sexual, tendría lugar el cultivo”[3].

Pues bien, las posibles soluciones o condiciones dadas por el especialista que podrían llegar a ser sí se cumpliesen serían las siguientes:

El hombre debe buscar un diálogo amable y constante con su mujer, respetándola y tolerándola, olvidándose un poco de su ego para llegar a ver las bondades que ella le podría brindar, tendría que aprender a verla como su compañera, su refugio, su hogar, su hábitat, su “arquitectura”…

Con la muy implorada recomendación dada al esposo; que para atacar el “problema de raíz”, es necesario un cambio de pensamiento, y para ello es indispensable buscar nuevos amigos o personas que pudiesen aportar positivamente frente al tema de “sensibilización” ya que son muchos las personas en el mundo que lo rodean diariamente que lo único que buscan es retroalimentar ese pensamiento incapaz de ver más allá, y recapacitar.

“Es esta perspectiva la que nos interesa aquí: La construcción de un ideario estético a partir del cuestionamiento de tal modelo dicotómico y la repercusión de dicho ideario en la construcción de nuevas prácticas de la arquitectura y el paisaje”[4].

Para concluir, el doctor tendría que ser franco con su paciente y advertirle a su mujer que es un caso muy difícil de tratar y que posiblemente no consigan un resultado del 100% ni mucho menos si se acoplan a sus hipótesis… pero afirmaría que valdría la pena intentarlo porque no hay nada más satisfactorio para el ser humano que conseguir algo de manera correcta… no importa cuánto; lo importante es cuando se da cuenta que olvido su egoísmo por un momento y vivió feliz con su compañera en esos pequeños instantes.

“Si conseguimos despojarnos de esta cultura y de esta tradición que nos pesa como una losa, que nos persigue y juzga y que da una visión del mundo natural a través de la clasificación, la ordenación, la jerarquía, la aplicación de tecnologías por el mero hecho de existir y como único objetivo, podremos abrir nuevos campos en el proceso de proyectar la naturaleza”[5].

 

2010

 

 

 

 

 

 

 

[1] Ábalos, Iñaki; Galí-Izard, Teresa (2004). “El aprendizaje de lo imprevisible”. NATURALEZA Y ARTIFICIO_El ideal pintoresco en la arquitectura y el paisajismo contemporáneos.Pg. 229

 

[2] Ábalos, Iñaki; Robert Smithson (1973). “Frederick Law Olmsted y el paisaje dialéctico”. NATURALEZA Y ARTIFICIO_El ideal pintoresco en la arquitectura y el paisajismo contemporáneos.Pg. 37

 

[3] Ibíd. Pg.42

 

[4] Opcit. Pg. 56

 

[5] Opcit. Pg. 70

​© 2023 by STREET LIFE. Proudly created with Wix.com

bottom of page